Patricia Arriaga es parte de un pequeño grupo de productores expertos en
medios de calidad para niños. Este año estrena Bacalar, una película para niños.
Bacalar ha recibido buenas
críticas de la prensa y ha gustado especialmente a los niños. Arriaga afirma: “parte de esa conexión es
posible gracias a que la opinión de los niños fue tomada en cuenta en cada
etapa: se probaron el guión, la música, los cortes, los actores, la imagen, los
carteles; incluso se editó según lo que ellos decían”.
Y claro, esto refleja una diferencia enorme.
Guía Nao Kids (GNK): ¿Por qué te
interesaste en hacer cine para niños?
Patricia Arriaga (PA): Porque a pesar de
que hay muchas películas para niños, pocas son mexicanas y pocas reflejan sus
historias. Era una gran oportunidad para mostrar a los niños como ellos se ven
a sí mismos, no con una mirada adulta.
GNK: En alguna entrevista dijiste que los
niños son testigos mudos del mundo. ¿A qué te referías y qué pueden hacer los
papás en relación a ello?
PA: Yo siempre digo que los niños en este país son testigos
mudos porque todo ven, todo escuchan; también ven las noticias y sin embargo no
tienen voz en ningún lugar, se planean cosas sin pensar en ellos, aún cuando
sean los usuarios o principales consumidores de algo. Por eso me pareció
importante ejemplificarlo en la película (Bacalar).
GNK: En la trama los familiares parecen no escuchar ni creerles
a los niños. ¿Por qué?
En Bacalar se muestran dos circunstancias muy comunes en la
actualidad: una es que hay poco tiempo para dedicar a los niños. Por ejemplo la
tía de la protagonista está cuidando al bebé y haciendo varias cosas a la vez y
no tiene tiempo de ponerle atención a Mariana. Es algo clásico de estos
tiempos.
En la otra situación
intervienen Santiago y su papá. Este último está todavía en duelo y no sabe
cómo conectar con su hijo. En la vida real no pasa sólo con la muerte de uno de
los padres, también pasa cuando hay separación de la pareja o cuando uno de los
dos trabaja largas horas. Al papá también le preocupa quedarse sólo con el hijo
y pensar de qué va a hablar. Pasa cuando hay un problema fuerte, entonces los
niños quedan lejos.
GNK: ¿Es una llamada de atención a los papás?
PA: Es más bien una alerta. Porque no se trata de generalizar y
decir que nunca, nadie le cree a los niños, se trata de que los papás
reflexionen y pregunten a sus hijos si alguna vez se han sentido así, y juntos
llegar a una solución para disfrutar su tiempo juntos.
Además se vale que los
papás expongan las razones que les provocan desconfianza, incluso pueden
mostrarles a los hijos que también pasan por momentos duros.
GNK: ¿Cuál es tu opinión sobre otras
películas mexicanas para niños que se han hecho en los últimos años?
PA: Me parece que se han hecho muy buenos
esfuerzos, pero todavía faltan equipos especialistas en comunicación con niños.
Hacer cine, televisión, sitios web, publicidad para niños requiere de gente
experta en el tema, con experiencia trabajando con este público.
GNK: Algunas personas de la prensa creen
que el hecho de que al protagonista se le haya muerto la mamá y que la niña sea
sorda, son clichés. ¿Cuál era la intención?
PA: La historia de la mamá es la fuente de
la tradición de los mayas, de los chamanes, esta era la única forma de que el niño
la retomara. Si yo dejaba a la mamá viva era sólo una creencia. De esta forma
es una tradición. Lo que está vivo es la palabra de la mamá, a través del niño.
Si queremos que las tradiciones de México vivan, como ésta, tiene que ser a
través de algo que ya no está, para que se sienta que hay que preservar y
llevar de generación en generación.
PA: Lo que he visto cuando se ha
proyectado a niños y a familias es que les gusta ver historias en las que la
verdad y la justicia triunfan.
En México las familias van juntas al cine, es un paseo, así que es una
oportunidad para platicar, para reflexionar.
Les recomiendo mucho que la vean y compartan su opinión.
Estará en cartelera a partir de este 14 de octubre.
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